AVE-RIGUANDO

LA DELICIOSA Y CÁLIDA HISTORIA DEL PONCHE NAVIDEÑO

Todos hemos disfrutado de un delicioso y reconfortante vaso de ponche navideño en esta temporada. Una de las sensaciones más características de estas fechas se encuentra en el olor dulzón que brota desde un humeante recipiente que nos quema las manos en una noche de frío decembrino, en ese primer sorbo con sabor a jamaica, guayaba y piloncillo, acompañado de la sensación única de mordisquear un tejocote o una dulce caña de azúcar.

El tradicional ponche, sin embargo, no nació en México, la versión que podemos disfrutar en cada diciembre es la adaptación mexicana de una receta que le ha dado la vuelta al mundo.

El ponche nació en la India, la bebida originalmente se llamaba “panch” que significa “cinco”, por la cantidad de ingredientes que utilizaba.

La receta llegó a Europa gracias a los británicos, quienes la llamaron “punch” y fueron quienes la extendieron por todo el continente. Así, la receta llegaría hasta España, quienes la trajeron a América en la época de la conquista.

Aquí la receta se adaptó, con ingredientes como la jamaica, el tejocote, el tamarindo y el piloncillo, pero manteniendo la base original de la India, que utilizaba agua, limón y azúcar.

La siguiente vez que tomes un ponche piensa que estás disfrutando de una bebida milenaria, preparada por las sabias manos de muchas culturas alrededor del mundo, pero que en México es sinónimo de la calidez y magia propia de esta época.